En la última cena, Jesús impartió la Eucaristía. Dándoles vino a sus discípulos, dijo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros». Y cuando partió el pan y lo repartió entre ellos, dijo: «Este es mi cuerpo... haced esto en conmemoración mía» (Lucas XXII).